Otra entrada para un hispanista, esta vez francés, aunque de orígenes españoles, pero no del exilio republicano. Quizás haya sido eso lo que le haya hecho decantarse por la España de los siglos XV al XVI, por la España del Siglo de Oro. Lo que es indudable es que escribe muy bien, con la claridad de lo sobrio y la equidistancia del que, aun simpatizando, ve los toros desde la barrera.
Acabo de leer su primera obra sobre los comuneros (La revolución de las comunidades de Castilla (1520-1521), 1970) y es de esas tesis que ya no se hacen, fruto de horas y horas en los archivos y de momentos y momentos de reflexión. Igual que ahora, donde la tesis es el pasaporte a puesto universitario, no al conocimiento. O tempora, o mores!
En la entrega de los Premios Príncipe de Asturias 2014 |