William Hamilton-Dalrymple es un escocés (o británico, mientras no triunfe el enésimo referéndum en las Tierras Altas) afincado en Delhi, ciudad que conoció a los 19 años y que diez años después describió en La ciudad de los djinns (1994). Yo lo descubrí con su magnífica Desde la montaña sagrada (1997), mucho más que un libro de viajes, y así parecían enmarcarse sus obras, narrando en este caso su periplo de postgrado por el Mediterráneo Oriental, el actual Grand Tour de los británicos y anglosajones en general. Pero luego empezó a describir la historia de la India decimonónica y a ganar premios. No cabe duda que el trasfondo exótico del mundo indio contribuye al éxito de sus libros, pero sabe escribir maravillosamente bien, prestando una atención a los detalles que no es incompatible con una perspectiva más amplia; y es una hormiga de biblioteca que bebe de las fuentes archivísticas y bibliográficas indias, descubriendo así para el resto del mundo su visión del pasado. Yo únicamente puedo decir que cuando comienzo uno de sus libros no puedo dejarlo hasta haberlo acabado.
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Un mochilero con 20 años. |
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A los 21 aún lucía tupé ochentero. |
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Las estatuas y las camisas informales en la treintena |
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Un despacho un tanto bohemio. |
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En su granja en 2017 fotografiado por Pretika Menon. |
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Mefistofélico pero feliz. |
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Los libros han desbordado la mesa de su primer despacho. |